Gabriela Calderon

Un blog para discutir eventos politicos y economicos desde un punto de vista liberal. A blog for the discussion of political and economic events from a classical liberal point of view.

Wednesday, August 22, 2007

El crecimiento economico si importa

Guayaquil, Ecuador— Desde 1990 hasta el 2004 la pobreza mundial se redujo de 1.247 millones de personas a 969,48 millones (o de 28,66% a 18,09% de la población mundial).1 La mayoría de esas reducciones ocurrieron en China y en la India—países que sostuvieron en los 90s tasas de crecimiento económico con un promedio de 9,4% y 5,6%, respectivamente—demostrándose así que el crecimiento económico si importa.

El Presidente Correa y su Ministro del Litoral suelen decir que el crecimiento económico no es relevante como indicador del desarrollo de un país. Es cierto que el índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas explica más acerca de nuestra calidad de vida.2 No obstante, resulta que los países con PIB per cápita más alto suelen ser también los que mejor posicionados están en el índice de desarrollo y los que tienen menos pobreza.

Se dice que el crecimiento económico no es del todo bueno porque amplia la brecha entre los pobres y los ricos. El problema aquí es confundir la desigualdad con la pobreza. Es decir, la desigualdad no implica que haya pobreza ni necesariamente impide que se la elimine. De hecho hay países en los que todos son igualmente pobres y otros en los que todos son desigualmente ricos.

Consideremos a dos países, uno rico pero con mucha desigualdad—Singapur—y uno pobre pero con mucha menos desigualdad—Etiopía. Mientras que Etiopía tiene un ingreso per cápita de $756, un índice de desarrollo que lo coloca en la posición 170 de 177 países y se encuentra en la posición 98 de 102 en el índice de pobreza; Singapur tiene un ingreso per cápita de $28.077, un índice de desarrollo que lo coloca en la posición 25 de 177 países y se encuentra en la posición 7 de 102 del índice de pobreza.3 Si usted fuera uno de los tantos pobres etíopes no dudo que sin pensarlo dos veces usted cambiaría su lugar con el pobre de Singapur. ¿Por qué? Porque en un país con mucha más riqueza, hay menos probabilidad de que usted se quede entre la reducida cantidad de pobres y si es pobre va a gozar de una mejor situación que el pobre de Etiopía debido a las más numerosas oportunidades de creación de riqueza.

Cuando la torta es más grande, nos importa menos si hay unos que comen tres o cuatro pedazos, porque las probabilidades de que todos coman algo de torta se aumentan. Mientras que en Etiopía se ha repartido pobreza, en Singapur se la ha reducido con la creación de riqueza.

En la dogmática búsqueda de la igualdad se puede terminar pasando por alto el crecimiento económico, que como ya ha sido comprobado, reduce la pobreza. Según el Índice de Libertad Económica de los institutos Fraser y Cato, la libertad económica—que este gobierno parece menospreciar—está relacionada con altas tasas de crecimiento, una mejor calidad de vida, mayores libertades civiles y políticas y menos corrupción.4 ¿Por qué no aumentar esa libertad? Pareciera que por la obsesión con la igualdad.

Esta obsesión recuerda lo afirmado por De Tocqueville “Democracia y socialismo nada tienen en común a excepción de una palabra, igualdad. Pero noten la diferencia: mientras la democracia busca igualdad en libertad, el socialismo busca igualdad en restricción y servidumbre”.5

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo el 21 de agosto de 2007.

Referencias

1. Chen, Shaohua y Ravallion, Martin, “Absolute Poverty Measures for the Developing World, 1981-2004”. World Bank. Marzo de 2007. Disponible en: http://iresearch.worldbank.org/PovcalNet/Publications/poverty%20measures%20for%20the%20developing%20world.pdf.

2. “Ecuador medirá su crecimiento económico”. El Mercurio. 5 de marzo de 2007. Disponible en: http://www.elmercurio.com.ec/web/titulares.php?seccion=fzuyEtT&codigo=DdKSW27iHN&nuevo_mes=03&nuevo_ano=2007&dias=05&noticias=2007-03-05.

3. Cifras del Reporte de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Disponibles en: http://hdr.undp.org/hdr2006/statistics/data/.

4. Gwartney, James and Lawson, Robert. Economic Freedom of the World 2004. Relación entre libertad económica y las otras libertades e indicadores de desarrollo se encuentra en las páginas 22-27 del PDF disponigle en: http://www.freetheworld.com/2006/1EFW2006ch1.pdf.

5. A. De Tocqueville citado en F.A. Hayek, Individualism and Economic Order. The University of Chicago Press: 1992.

Libertad en concesion

Guayaquil, Ecuador— Una de las cosas que Venezuela y Ecuador tienen en común es que recientemente sus gobiernos se jactan de haber logrado que un medio de comunicación pase a ser “de todos”. Dicen que han dado un paso hacia la “democratización de los medios”. Pero si observamos de cerca lo ocurrido, veremos que lo que en realidad ha sucedido es la estatización de dos medios que ahora obedecen a los gobiernos de Caracas y Quito, respectivamente.

RCTV, acusado de ser un canal golpista por otro golpista (Chávez en 1992), dejó de emitir su señal abierta a todos los venezolanos el 27 de mayo de 2007. Las telenovelas de mayor sintonía junto con los demás programas de entretenimiento que ofrecía este canal durante 53 años ahora solo pueden ser disfrutados por los venezolanos que pueden pagar cable (2/5 de la población), y por aquellos que tengamos acceso a YouTube. Es difícil comprender cómo quitarle a los más pobres —quienes no tienen cable ni televisión satélite— su canal favorito es una “democratización del espacio electromagnético”, como dice el gobierno venezolano.

En lugar de RCTV ahora está el canal estatal TVES. El problema con TVES es su mínima sintonía: mientras que RCTV llegó a tener 35% de la audiencia, TVES no supera el 2,6%. TVES, supuestamente el canal “de todos”, en realidad no es ni independiente ni plural. Gustavo Hernández del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la Universidad Central de Venezuela concluyó en su análisis del canal estatal que “No existe comité de usuarios que sea nombrado de manera transparente, por lo que la gente no participa en el diseño de la programación”.

Ignacio Ramonet, quien dirige un periódico no “democratizado” (léase privado), dijo que respaldaba la medida del gobierno venezolano de no renovar la concesión de RCTV puesto que considera que en Venezuela “hay un proyecto de crear una comunicación de servicio público que esté a la orden de la verdad, de la cultura, de la educación, de la sociedad y del pueblo”. Personas como Ramonet parecen creer que la verdad es solo una y que la cultura y las virtudes se imponen desde arriba.

La libertad de expresión se asegura cuando los individuos en una sociedad tienen la libertad de decidir por si solos qué leer, qué escuchar y qué ver. Esto implica que no hay una verdad oficial ni definición oficial de la cultura.

Si algo podemos aprender del caso de RCTV es que la libertad de expresión no se puede dar en concesión. En muchos países los gobiernos son dueños del espacio electromagnético, dejándose la puerta abierta a que el día de mañana un Chávez utilice ese poder para tomar represalias en contra de cualquier piedra en su zapato.

Nuestro Presidente no hubiera esperado tanto para quitarle la concesión a RCTV ni considera que su cierre ha sido un golpe para la libertad de expresión en Venezuela. A veces se olvida que el derecho a la libertad de expresión, inseparable de la libertad de prensa, no lo concede el Estado, pudiendo solamente reconocerlo y protegerlo.

En Ecuador no hay una mafia política y/o económica que controla los medios. Hay una vibrante prensa libre —con todos sus defectos y virtudes— que todos los días compite para acaparar la atención del público. En una sociedad libre, usted como lector, radioyente o televidente decide qué ver, qué escuchar y qué leer, no un gobierno con complejo de árbitro de la verdad y la moral. Por suerte, los medios oficiales suelen ser los más aburridos.

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 14 de agosto de 2007.

El robo legalizado

Guayaquil, Ecuador— “La ley a veces defiende y participa en la expoliación. A veces la lleva a cabo por su propia mano a fin de ahorrarle al beneficiario la vergüenza, el peligro y el escrúpulo. A veces pone todo aquel aparato de juzgados, policía, gendarmería y prisión, al servicio del expoliador, tratando como criminal al expoliado que se defiende”.

—“La ley”, Frédéric Bastiat (1848)1

Bastiat describe lo sucedido en Latinoamérica con el subsuelo. Guillermo Yeatts, en su libro El robo del subsuelo, dice que cuando vinieron a Latinoamérica los españoles establecieron que lo que está debajo de la superficie, como el petróleo o cualquier otro mineral, era del monarca. Luego de la independencia, nuestros próceres no eliminaron esa condenada tradición. El estado reemplazo al monarca.2

Desde entonces los incentivos para invertir y producir han sido débiles. La diferencia entre los que tienen industrias de explotación de recursos naturales altamente desarrolladas, y los que tienen a estas industrias estancadas se debe a la existencia (o carencia) de incentivos para invertir y producir.

El aumento de producción petrolera a largo plazo se logra con inversiones cuantiosas y de alto riesgo en exploraciones que, según el Ingeniero Carlos Arnao Ramírez quien trabajó en CEPE (antecesora de Petroecuador) y luego en Repsol, en Ecuador no se han llevado a cabo desde hace prácticamente 16 años. Es decir, desde 1992 nos hemos estado comiendo las reservas3 porque con el marco legal que tenemos casi nadie en su sano juicio se atrevería a realizar una inversión en exploraciones.

Por lo tanto solo se ha invertido en desarrollar la capacidad de producción y transportación y no en buscar más petróleo. En esto, resulta que las empresas privadas suelen invertir más que las públicas. El Ingeniero Alberto Segovia, quien también trabajó en CEPE, dijo que “en los últimos 10 años Petroecuador invirtió 967 millones de dólares, mientras que las privadas $4.600 millones. Las privadas destinan $7,8 por barril para inversión y Petroecuador $0,70”.4

Una manera obvia de generar incentivos sería la de devolverle la propiedad del subsuelo a los superficiarios de esas tierras. Como esto podría ser difícil de implementar en los casos en que estas tierras carecen de un anterior propietario legal que no sea el Estado, otra forma de generar incentivos en el sistema sería adoptar el sistema de “concesión plena” del sector minero de Chile.

José Piñera, autor de la reforma minera en Chile, explica que la “concesión plena” consiste de lo siguiente: (1) está protegida por los derechos de propiedad privada ya que el titular puede venderla, hipotecarla, dejarla en herencia, etc.; (2) la eventual expropiación solo puede hacerse con una justa indemnización que será pagada al contado y equivaldrá al Valor Presente de los flujos futuros de caja que la concesión puede generar; (3) es operada por el titular como este lo considere racional —con sus propias tecnologías, métodos y sin imposiciones del gobierno de turno; y (4) no depende del poder político —solo puede ser creada, sostenida o extinguida por el poder judicial5(asumiendo que para este entonces tengamos un Poder Judicial despolitizado).

Solo con la propiedad privada del subsuelo algo cercano a eso, como la “concesión plena” del sector minero de Chile, habrán incentivos para que se realicen las inversiones necesarias para explotar de manera racional los recursos del subsuelo.

Para el 2003, Chile había recibido $16.000 millones en inversión extranjera en el sector minero y por primera vez los chilenos estaban invirtiendo cuantiosas sumas en el sector. 20 años después de esta reforma de 1981, Chile logró quintuplicar la producción de cobre llegando a constituir 35% de la oferta mundial.6

Está en las manos de los asambleístas hacer esa revolución en la nueva constitución.

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 7 de agosto de 2008.

Referencias

1. Bastiat, Frédéric. “La ley”. 1848. Disponible en: http://www.elcato.org/node/1276.

2. Yeatts, Guillermo. El robo del subsuelo. Editorial Lumiere. 1998.

3. Arnao Ramírez, Carlos. “Liberalización de las empresas del Estado: Sector petrolero” en Evolución y Cambio No. 16. 2006. Instituto Ecuatoriano de Economía Política.

4. Entrevista con Alberto Segovia. “Solo la inversion dará paso a la reactivación petrolera”. Líderes. 23 de Julio de 2007.

5. Piñera, José. “El cascabel a la minería”. Conferencia dictada en las Quintas Jornadas de Derecho Minero de la Universidad Católica de Chile, dedicadas a celebrar los veinte años de la ley orgánica constitucional sobre concesiones mineras. 28 de octubre, 2002. Disponible en: http://www.josepinera.com/pag/pag_tex_mineria.htm.

6.Ibid., Piñera.

Thursday, August 02, 2007

Libertad para elegir la mejor moneda

Guayaquil, Ecuador— “No podrá haber en la República papel moneda de curso forzoso. En consecuencia, cualquier individuo puede rechazar todo billete u otra cédula que no le inspire confianza, ya sea de origen oficial o particular.”
—Constitución de Panamá de 1904, Artículo 117.

Aunque considero que la dolarización ha sido un éxito, no me parece que se debe determinar en la constitución qué moneda debo preferir como acreedora, deudora, compradora, vendedora, etc.

Según Manuel Hinds, el ex Ministro de Hacienda de El Salvador1, es preciso distinguir entre el dinero de verdad y el dinero “de monopolio”. El primer tipo es el dinero en el que pensamos para determinar el valor real de un bien o servicio y el que se acepta en casi cualquier parte del mundo. El segundo tipo es aquel que los individuos utilizan solo cuando están obligados a hacerlo y que prácticamente nadie acepta afuera del territorio del país donde es emitido (como el sucre).

En determinados momentos, los ciudadanos de los países en desarrollo tampoco aceptan el dinero de su país y se “rebelan” contra las autoridades monetarias de su país utilizando dólares o euros o alguna otra moneda que retenga su valor. Es así que para enero del 2000, cuando Mahuad dolarizó al Ecuador, solo estaba formalizando la realidad de que la economía estaba virtualmente dolarizada —los depósitos de ahorro a plazo en moneda extranjera como porcentaje de los depósitos totales de ahorro a plazo se aproximaban al 70%.2

Hinds sostiene que las monedas nacionales de los países en desarrollo no han cumplido con sus promesas. En el aspecto financiero se cree que con moneda nacional se pueden lograr tasas bajas de interés y una oferta abundante de crédito. Sin embargo, los países en vías de desarrollo con moneda propia no se caracterizan por tener tasas de interés bajas y una abundante oferta de crédito, al contrario.

En el aspecto comercial, se suele decir que al devaluar se hace más “competitivo” al país porque nuestras exportaciones se vuelven más baratas. La experiencia de Alemania y Japón en la post-guerra demuestran que las exportaciones aumentaron constantemente y marcadamente al mismo tiempo que sus respectivas monedas se fueron apreciando.

Hinds añade que el desarrollo no se trata de seguir produciendo las mismas exportaciones, sino de evolucionar hacia la producción de exportaciones de mayor valor agregado, las cuales por requerir de más capital son desalentadas cuando al devaluar el país tiene que sufrir altas tasas de interés. De hecho Hinds demuestra que entre 1995 y 2002 en Latinoamérica las devaluaciones estuvieron asociadas con una reducción en las exportaciones.

También se ha creído que al tener una moneda nacional el banco central puede actuar como el prestamista de última instancia. Pero Hinds explica que cuando las corridas bancarias ocurren los gobiernos suelen acudir al Fondo Monetario Internacional para conseguir dólares.

En fin, la moneda nacional no toma en cuenta las preferencias económicas de la población y utiliza al monopolio de emisión de moneda para varios fines políticos fuera del control del ciudadano ordinario. En Latinoamérica ha sido utilizado para redistribuir la riqueza desde acreedores hacia deudores y viceversa.

Pero en un mundo globalizado como hoy, las personas alrededor del mundo se están protegiendo de sus gobiernos con la dolarización espontánea. Si los asambleístas quieren garantizarles a los ecuatorianos la propiedad sobre su dinero podrían incluir en la nueva constitución el artículo 117 de la Constitución de 1904 de Panamá.

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 31de julio de 2007.

Referencias:

1. Hinds, Manuel. Playing Monopoly with the Devil: Dollarization and Domestic Currencies in Developing Countries. Yale University Press: October 2006. Todas las referencias a Hinds de este artículo parten de su libro.

2. Molina, Carlos. “La dolarización se mantiene por decisión de los ecuatorianos”. Instituto Ecuatoriano de Economía Política. 28 de febrero de 2004. Disponible en: http://www.ieep.org.ec/index.php?option=com_content&task=view&id=228&Itemid=9