Gabriela Calderon

Un blog para discutir eventos politicos y economicos desde un punto de vista liberal. A blog for the discussion of political and economic events from a classical liberal point of view.

Thursday, September 14, 2006

La misteriosa banca pública

Para propósitos nobles, como erradicar la pobreza y fomentar la inversión y el ahorro en Ecuador, se creó la banca pública de desarrollo, la cual está conformada por el Banco del Estado (BEDE), el Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV), el Banco Nacional de Fomento (BNF) y la Corporación Financiera Nacional (CFN). Luego de décadas de manejar abundantes recursos para promover el desarrollo económico, tenemos el derecho de cuestionar el desempeño de estas instituciones y preguntar: ¿A dónde se fue la plata?

Y es que de la misteriosa banca pública se puede decir lo mismo que el Banco Mundial dijo de sí mismo en un estudio del 2000: “A pesar de los miles de millones de dólares que se emplean en ayuda para el desarrollo cada año, aún se conoce muy poco acerca del efecto real de los proyectos en los pobres”.

Además, el hecho de que la Superintendencia de Bancos sea el ente que regula a estas instituciones presenta un conflicto de intereses que imposibilita que la supervisión sea imparcial, pues el Estado es supervisor y banquero a la vez.

Me gustaría poder decirle que estas entidades han sido un pan de Dios o que han sido una desgracia, o que han sido irrelevantes para los ecuatorianos. Pero la falta de información y la forma secreta en que operan no me lo permiten. Una de ellas ni siquiera tiene sitio web (la CFN) y las otras tres no proveen información que permita evaluar el éxito o fracaso de los proyectos en los cuales han invertido sus recursos.

Sin embargo, consta lo siguiente:

El BEV, creado para solucionar la crisis habitacional que todavía sufre el país, no ha logrado demostrar cuál ha sido su efecto por sobre la escasez de viviendas.

La CFN, fundada sobre el caduco concepto de substitución de importaciones, no ha logrado diversificar la economía del país y no queda claro cómo esta ha contribuido al desarrollo de la industria.

El BEDE, que a sus 25 años en el 2004 había emitido 2.133 créditos para financiar 2.463 proyectos por un total de $ 2.332,4 millones, no ha mostrado qué hizo con esa plata y cuál ha sido el impacto real de su existencia por sobre el desarrollo nacional.

El BNF fue creado con la misión de llevar la intermediación financiera a los más pobres del país. Sin embargo, ¿cómo se explica que la gran mayoría de los pobres todavía se ven forzados a recurrir a usureros o a quedarse sin financiamiento?

La banca pública tiene que rendirles cuenta a los ciudadanos y someterse a un proceso de retroalimentación. Dejando a un lado la cuestión de si es legítimo que el Estado haga el papel de banquero en una economía libre y dinámica, por lo menos deberíamos exigir que nuestra banca pública sea transparente y sea evaluada por auditorías independientes.

En la banca de desarrollo internacional –el Banco Mundial y el BID, por ejemplo– hay mucha evidencia de que, cuando los políticos intervienen en las finanzas, ellos toman decisiones basándose en criterios políticos y no en criterios económicos de costos y eficiencia.

Los candidatos presidenciales deberían estar proponiendo una auditoría independiente del desempeño de la banca pública antes de andar proponiendo aumentar considerablemente sus recursos.

Publicado en El Universo (Ecuador) el 14 de septiembre de 2006.

Tuesday, September 12, 2006

Otro doble estándar moral

Lo sorprendentemente obvio del escándalo alrededor de los periodistas de El Nuevo Herald y del Miami Herald es que, nuevamente, la prensa deja ver su sesgo ideológico al aplicar su doble estándar moral.

La semana pasada se desató un escándalo porque supuestamente unos 10 periodistas, incluyendo al famoso escritor Carlos Alberto Montaner, habían estado recibiendo fondos del gobierno estadounidense. Aquí y aquí puede leer noticias sobre el escándalo.

¿Por qué digo lo del doble estándar moral? Me explico. Porque es sorprendente, al menos para mi, que ningún artículo de periódico publicado acerca de este escándalo cuestiona los motivos detrás de los periodistas de Gramma, un medio de comunicación que no solamente recibe fondos del gobierno cubano (al igual que supuestamente lo recibían estos 10 periodistas de los Heralds) sino que son empleados directos del gobierno comunista cubano. Yo me pregunto, ¿por qué esos periodistas horrorizados ante la posible complicidad entre el departamento de estado estadounidense y los periodistas anti-Castro no cuestionaron también el conflicto de intereses entre los periodistas que trabajan para el gobierno castrista?

Lamentablemente, la duda va a quedar ahí respecto de la credibilidad de escritores liberales tales como Montaner. Aquí pueden leer la contestación de Montaner defendiendo su integridad y dejando en claro que el no trabaja ni recibe fondos del gobierno estadounidense.

Mientras que los líderes latinoamericanos saludan con mucho agrado a Castro en la cumbre de los no alineados, pretenden ignorar la opresión del gobierno castrista y sino la ignoran guardan silencio al respecto, los que estamos afuera debemos estar al tanto de esta doble moral de los periodistas y de muchos de nuestros políticos.