Gabriela Calderon

Un blog para discutir eventos politicos y economicos desde un punto de vista liberal. A blog for the discussion of political and economic events from a classical liberal point of view.

Thursday, August 14, 2008

Ya no voy a escribir aquí...

Mil disculpas a los visitantes a este blog. Cuando lo empecé en 2004 tenía tiempo y ganas de estar posteando aquí pero ahora no me da el tiempo para mantenerlo y las ganas que tengo de postear algo se las dedico a otro blog.

No obstante, seguiré posteando en www.libremente.org y todos mis artículos de El Universo (Ecuador) están y estarán publicados en www.elcato.org con sus respectivas fuentes de información.

Monday, November 12, 2007

El odio al progreso

Guayaquil, Ecuador— El Aeropuerto José Joaquín de Olmedo es un ejemplo de cómo se puede mejorar un servicio público en poco tiempo sin aumentar el gasto público o la intervención estatal. No obstante, vivimos en un país donde el éxito se observa con sospecha en lugar de ser aplaudido y estudiado para que otros lo consigan también.

Durante más de 40 años la Dirección General de Aviación Civil (DAC) estuvo a cargo de nuestro aeropuerto y el resultado era una “pocilga” como puerta de entrada. ¿Qué se hizo con la plata que había recaudado de los usuarios? ¿Por qué este gobierno, que dice combatir la corrupción, no cuestiona ese despilfarro durante esa larga noche centralista? Cabe recalcar que aunque la DAC ha dejado de percibir ciertos rubros que ahora recibe la concesionaria para cubrir costos de operación y ahorrar las utilidades obtenidas, la DAC sigue recibiendo $5 por pasajero internacional,1 sin ahora tener los gastos de operación de los dos aeropuertos más importantes del país.

Hoy, cobrando las mismas tasas el aeropuerto de Guayaquil no solo ha pasado a ser el mejor aeropuerto del Ecuador, sino que es uno de los más modernos de Latinoamérica compitiendo con otros aeropuertos internacionales tales como el Jorge Chávez de Lima y El Dorado de Bogotá. El gobierno local no solo piensa en el presente sino en el futuro de la ciudad, y por eso las utilidades generadas por el aeropuerto están siendo capitalizadas para la construcción del nuevo aeropuerto internacional en Daular.

Para que nuestro aeropuerto de ese giro de 180 grados se dieron dos elementos claves: descentralización y participación del sector privado. Los usuarios del aeropuerto de Guayaquil y la concesionaria —TAGSA, no el “pueblo ecuatoriano” como dice el Presidente, financiaron la construcción del nuevo aeropuerto de Guayaquil con una inversión de alrededor de $90 millones.2 El gobierno central solamente donó el terreno sobre el cual se construyó prácticamente desde cero el nuevo aeropuerto.

El gobierno dice que es inaceptable que el Estado nada reciba de las utilidades generadas por el aeropuerto y reclama el 50% de las utilidades. Comparado al derroche de gasto del gobierno en otras áreas, por ejemplo, los más de $2.300 millones al año que el gobierno derrocha en subsidios al gas y a los combustibles, ese monto es insignificante.3 Es el crecimiento económico y no el crecimiento de las recaudaciones del Estado lo que debería guiar la política fiscal.

La generación de utilidades no es algo malo, es algo necesario para acumular riqueza y poder invertir en el aeropuerto más grande y moderno que nuestra ciudad va a necesitar en el futuro. Pero ya sabemos que este gobierno es consumidor, no creador de capital.

En lugar de contraponer los intereses de Latacunga y otras ciudades contra los de Guayaquil, un gobierno que busca la unidad nacional debiera aplaudir lo que funciona, como el aeropuerto de Guayaquil y alentar a otras ciudades a que imiten el esfuerzo realizado aquí. Podría comenzar por donarles el terreno de sus aeropuertos y darles competencia por sobre la administración de estos, que es lo único que Guayaquil recibió del gobierno central.

Nuestro presidente y otros odiadores de Guayaquil aparentemente padecen el complejo de Fourier, es decir, aquel odio que ciega tanto que puede llevar a hacerse daño a uno mismo con tal de ver al otro que estaba progresando sufrir. Lamentablemente, ese complejo no se cura con la razón y es destructivo para quien lo padece y los gobernados.4

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 6 de noviembre de 2007.

Referencias:

1. Romero, Nicolás. Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil. 25 de febrero de 2007. Disponible en: http://www.aag.org.ec/Paginas/Noticias.php?Codigo=75.

2. “El nuevo aeropuerto José Joaquín de Olmedo se entrega hoy”. El Universo. 27 de julio de 2006. Disponible en: http://www.eluniverso.com/2006/07/27/0001/9/96097DD5CE2C48E7915AF40F11791A36.aspx.

3. CEDATOS. 12 de febrero de 2007. Disponible en: http://www.cedatos.com.ec/contenido.asp?id=1728.

4. “La mentalidad anticapitalista” en Mises, Ludwig von. Sobre Liberalismo y Capitalismo. Unión Editorial. Edición 1962, p. 30-31.

Economistas con malas ideas

Guayaquil, Ecuador— Mientras que la tendencia mundial y en Latinoamérica es de abrirse al mundo en Ecuador hemos impuesto aranceles más altos a 567 partidas (más las 262 que podrían añadirse a la lista esta semana).1 El Presidente dice que este proteccionismo es necesario para “promover la base productiva y el empleo nacional”.2

El periodista económico francés, Frederic Bastiat decía que “Solo hay una diferencia entre un economista malo y uno bueno: el economista malo se restringe al efecto visible [de las políticas públicas]; y el economista bueno toma en cuenta tanto el efecto que puede ser visto como los efectos que deben ser previstos”.3

Creer que aumentar las barreras a las importaciones fomenta la producción nacional y el empleo nacional es el diagnóstico de un economista que solo se fija en lo visible. En cambio, entender que esto (1) suele resultar en una reducción neta de empleos debido a que reducirá el poder de compra de los consumidores y por lo tanto la demanda de bienes y servicios; y, que (2) suele generar empleo en las industrias protegidas a costa del empleo que se hubiese generado en las industrias no protegidas, que si podían competir bajo un régimen comercial abierto, es el diagnóstico de un economista que se fija en lo visible y en lo invisible.

Aún en el caso de que se de un aumento neto en el empleo en el corto plazo, no nos olvidemos de que el objetivo de un gobierno que “si sabe de desarrollo” (según lo dijo el Presidente) debería ser aumentar la calidad de vida de los ciudadanos, lo cual no necesariamente es lo mismo que aumentar el empleo. Si fuese lo mismo valdría prohibir el uso de las cosechadoras de arroz creando inmediatamente por lo menos 300.000 empleos (lo que se ve). Lo que no se ve, sin embargo, es que al crear esos empleos se eleva el costo de producción, perdiendo competitividad y castigando a los consumidores.

La apertura comercial es buena para mejorar las condiciones de vida, sobre todo en el caso de los países mas pequeños. Es así que en 1973 Chile redujo drásticamente el arancel promedio de 90% hasta llegar a una tasa promedio de 10% (luego 6%), estrategia que al ser combinada con la firma de acuerdos comerciales ha resultado en un arancel efectivo real de 2,4% en 2004.4 Al parecer no estaban equivocados puesto que han reducido la pobreza de 38,6% de la población en 1990 a 13,7% hoy.5 Y, si se trata de reactivar la producción nacional, abriéndose unilateralmente al resto del mundo a principios de los setentas, pasó de tener solamente 208 empresas que exportaban aproximadamente 412 productos hacia 60 países en 1970 a tener 5.666 empresas que exportaban 3.749 productos a 166 países en el 2003.6

Todo ciudadano que ha producido o comprado un producto debería tener el derecho de usarlo o de transferirlo a cualquiera que, alrededor del mundo, esté dispuesto a darle a cambio algo que desee. Quitarle ese derecho cuando no ha causado algún daño público y cuando solo se lo priva de ese derecho para beneficiar a otro ciudadano, sería legitimar un acto de saqueo e injusticia, y cuando se trata dizque de optimizar el uso de las divisas no olviden que los dueños del dinero son los ciudadanos y no el estado.

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 30 de octubre de 2007.

Referencias:

1. “Fijados nuevos impuestos”. El Universo. 25 de octubre de 2007. Disponible en: http://www.eluniverso.com/2007/10/25/0001/9/F76EA5A27828400E9EBCF6E520B7CED9.aspx.

2. “El Presidente Correa afirma que es deber del Estado el proteger y promover la producción nacional”. 27 de octubre de 2007. Disponible en: http://www.presidencia.gov.ec/noticias.asp?noid=11493.

3. Bastiat, Frederic. “What is Seen and What is Not Seen” en Libertarian Reader. 1997. The Free Press, p. 265-273.

4. Larroulet, Cristián. “La integración de Chile al mundo: Chile en la era de la globalización” en Instituciones y Desarrollo: La reforma institucional y la experiencia chilena, editado por Hugo Eyzaguirre. Septiembre de 2007. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, p. 157-183.

5. CASEN 2006. MIDEPLAN. Disponible en: http://www.mideplan.cl/final/categoria.php?secid=25&catid=124.

6. Ibid., Larroulet.

El capital intangible y migracion

Washington, DC— Hay una razón importante por la cual un programa gubernamental para lograr que regresen quienes emigraron no funcionará: el capital intangible (léase educación e instituciones) al cual tienen acceso quienes viven en España, EE.UU. o Italia. Los nuevos e injustificados subsidios como los créditos a través de la banca pública, las rebajas en el precio de los pasajes aéreos, la exoneración de aranceles para enseres, las ayudas para vivienda y la asesoría para instalar negocios en el Ecuador1 no serán suficientes para atraer a migrantes que se han visto obligados a dejar su país en busca de oportunidades para mejorar sus condiciones de vida.

La calidad de las instituciones (léase un estado de derecho sólido) al final del día afecta la prosperidad de los individuos. ¿De qué le sirve un crédito barato si lo tiene que invertir en un país donde hay tanta incertidumbre como el nuestro? ¿De qué le sirve una asesoría para instalar negocios si Ecuador es uno de los países donde más se dificulta la actividad empresarial (solo Bolivia, Haití y Venezuela nos superan en esto dentro de la región)?2

Un reciente estudio publicado, sorprendentemente, por el Banco Mundial titulado “¿Dónde está la riqueza de las naciones?: Midiendo el capital para el siglo XXI” calcula el valor de la riqueza de 120 naciones, incluyendo el valor del capital intangible. Este innovador estudio intenta cuantificar el valor de la educación y las instituciones de cada país.3 Los hallazgos son impresionantes:

  • Considerando al capital natural (la suma de los recursos naturales no renovables), el capital producido (la suma de la maquinaria, equipos e infraestructura) y el capital intangible (la suma de la educación y calidad institucional, que incluye estado de derecho) el estudio descubrió que 78% de la riqueza mundial está constituida por el capital intangible. A su vez, este tipo de capital constituye 59% de la riqueza de los países de ingresos bajos, 80% de la riqueza de los países ricos, y 52,7% de la riqueza en Ecuador.4


  • El estado de derecho constituye el 57% del capital intangible de los países, siendo el componente más importante. La educación es el segundo más importante, correspondiéndole el 36%.5


  • "las oportunidades de los países no son necesariamente determinadas por su dotación de recursos naturales”.6


Lo que los economistas detrás de este estudio han hecho es validar lo que desde hace mucho venía diciendo el difunto economista de desarrollo Peter Bauer: “La prosperidad a largo plazo le debe poco o nada a los recursos naturales. . . La pobreza y la prosperidad no son usualmente cuestiones de tierra. La pobreza o las riquezas y las satisfacciones personales y sociales dependen del hombre, su cultura, y de su marco institucional”.7

Ahora de vuelta al migrante ecuatoriano en España, EE.UU. o Italia. Solo con poner un pie en España tiene acceso a un capital intangible (per cápita) 12 veces mayor que el que tenía en Ecuador ($217.300 vs. $17.788), si va a EE.UU. este será 23 veces mayor ($418.009), y si llegara a Italia este será 17 veces mayor ($316.045).

¿Puede el gobierno ecuatoriano compensar esa diferencia astronómica de riqueza intangible simplemente dando créditos subsidiados y pasajes aéreos rebajados y demás dádivas? Por último, la cuestión del regreso de los migrantes debe ser priorizada en base a lineamientos estadísticos y económicos: ¿Queremos que regresen un gran número de migrantes, o primero hay que preocuparse por incrementar el capital intangible y mejorar las condiciones de vida de todos?

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 23 de octubre de 2007.

Referencias:

1. “Rafael Correa invita a los inmigrantes a que retornen”. El Comercio. 20 de octubre de 2007. Disponible en: http://www.elcomercio.com/solo_texto_search.asp?id_noticia=94496&anio=2007&mes=10&dia=20.

2. Haciendo Negocios 2007. Banco Mundial. Disponible en: http://www.doingbusiness.org/economyrankings/.

3. Where is the Wealth of Nations?: Measuring Capital for the XXI Century. Banco Mundial. 2006.

4. Ibid., p. 4 y p. 160.

5. Ibid., p. XVI y p. 58.

6. Ibid., p. XVIII.

7 Bauer, Peter. “La tierra y las personas”. ElCato.org. 29 de Julio de 2007. Disponible en: http://www.elcato.org/node/1238.

Cuba y Venezuela no son democracias

New York, NY— La palabra ‘democracia’ ha sido utilizada con tanta arbitrariedad que hoy se usa para describir a gobiernos tan disímiles como los de Cuba, Venezuela y Suiza.

Un país con un presidente que gobierna, legisla, manipula el organismo electoral y controla las fuerzas armadas (cuyo lema ahora es “Patria, Socialismo o Muerte”)1, como Venezuela, hace ratos que dejó de ser democracia, y pasó a ser una grotesca caricatura de democracia.

Sin embargo, dice el Presidente Correa que es un régimen democrático puesto que “ha ganado nueve elecciones consecutivas”.2 Lo que nuestro Presidente no dice es que, por ejemplo: la OEA, la Unión Europea y el Congreso de España todos han establecido que los procesos electorales de 2004 y 2005 carecían de transparencia.3

Tampoco se puede hablar de un proceso electoral justo y transparente cuando la libertad de prensa es severamente coartada desde el 2005, año en que se modificó el Código Penal venezolano haciendo que sea un crimen—penado con hasta 15 años de cárcel—hablar mal del gobierno o acerca de uno de sus altos funcionarios.

Es realmente preocupante que en el siglo XXI y después un gobierno de partido único que ha durado 48 años, todavía estemos debatiendo en Ecuador si Cuba es o no una democracia. Bajo ninguna definición tradicional de ella (ya sea parlamentaria, presidencial, directa o participativa) podría el régimen cubano ser descrito como una democracia.4

Su convaleciente líder, Fidel Castro, tampoco puede ser considerado un demócrata cuando se ha dedicado casi medio siglo a mandar sobre la isla como si fuera su hacienda. ¿Puede considerarse democracia un país donde el único empleador es el Estado y donde a los disidentes se les prohíbe obtener empleo? ¿Puede considerarse democracia un país en el que uno no tiene libertad de salir y entrar libremente? ¿Puede considerarse democracia un país donde por vender o comprar carne a uno lo meten en la cárcel por un año? (En la Hacienda Castro, solo los Castro pueden darse ese “lujo”) ¿Es democracia un país donde los medios de comunicación son únicamente estatales? ¿Puede ser democracia un país donde no se le permite moverse libremente dentro del país?

No obstante, hay personas como nuestro Presidente o el Presidente boliviano, Evo Morales, que todavía insisten en decir que Fidel Castro no es un dictador y que en Cuba hay democracia.5

En fin, si vamos a tener un debate honesto es necesario que se definan claramente los términos. Si en algo podemos estar de acuerdo es que para que haya democracia tienen que haber algunas condiciones elementales: (1) división de poderes; (2) libertad de expresión (que solo se puede ejercer a través de una prensa libre); (3) elecciones transparentes; (4) y más de un partido político.

Cuba no satisface ni uno de esos elementos. Venezuela solo satisface el requisito de tener más de un partido político. Ecuador, desde el momento en que se establezca la Asamblea todopoderosa, no cumplirá con la primera característica.

No pareciera necesario explicar algo tan obvio como el hecho de que Cuba es una dictadura donde por casi medio siglo se les ha negado la libertad a millones de cubanos. Pero como decía George Orwell, “Hemos caído hasta tal profundidad que la repetición de lo obvio se ha vuelto el principal deber de los hombres inteligentes”.6

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 16 de octubre de 2007.

Referencias:

1. “Patria socialismo o muerte”. Gobierno Bolivariano de Venezuela: Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información. 12 de abril de 2007. Disponible en: http://mci.gov.ve/noticias-prensa-presidencial/28/13205/patriasocialismo_o_muerteconsigna.html.

2. Correa, Rafael. Entrevista con Jorge Ramos en Al Punto. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=jJpuwodtr1c.

3. Coronel, Gustavo. “Corrupción, administración deficiente y abuso de poder en la Venezuela de Hugo Chávez”. ElCato.org. 26 de noviembre de 2006. Disponible en: http://www.elcato.org/node/2080.

4. Ball, Carlos. “Chávez estrangula la libertad de expresión”. ElCato.org. 29 de marzo de 2005. Disponible en: http://www.elcato.org/node/280.

5. Entrevista con Jorge Ramos de Correa, anteriormente citada y entrevista de Evo Morales con Jorge Ramos.

6. Citado en Bauer, Peter. From Subsistence to Exchange and Other Essays. Princeton University Press, 2004, p. 27.

Guayaquil con autonomia plena

Washington, DC— El 9 de octubre de 1820 Guayaquil se independizó de España, casi dos años antes de que ocurra la Batalla de Pichincha con la que se independizó el actual territorio de Ecuador. Esta ciudad que nació libre y contagió con esa libertad al resto del país, hoy podría liderar el movimiento hacia un Ecuador conformado de varios territorios con autonomía plena.

Muchos de los que proponen las autonomías hablan de “autonomía solidaria” (léase solidaridad impuesta), esto significa que las provincias económicamente más desarrolladas estarían obligadas a contribuir a un fondo común para redistribuirlo entre las provincias más pobres. Pero esto ignora el proceso de desarrollo económico de las provincias y ciudades que se desarrollaron sin recibir fondos ni ayuda de otras provincias o países, por ejemplo, Guayaquil durante los siglos XVII y XVIII.1

Cuando hablo de autonomía plena me refiero a una autonomía política, regulatoria y fiscal. Esto no es separatismo, es simplemente hacer en Ecuador lo que Alexis de Tocqueville llamaría “laboratorios de democracia”.2 Países como Canadá y Suiza son ejemplos exitosos de autonomía política, fiscal y regulatoria. Solo el tiempo, dentro de un proceso de ensayo y error, dirá a quién le fue mejor, y poco a poco se irán copiando las reformas exitosas.

Solo los ciudadanos podrán escoger a los regimenes ganadores o perdedores votando con los pies. Por derivación, otros cantones o provincias podrán adherirse al régimen que consideren exitoso, constituyéndose así en forma voluntaria y espontánea diferentes regiones autonómicas.

Los millones de ecuatorianos que emigraron hacia Europa y Estados Unidos en los últimos años estaban votando con los pies. Igualmente, miles de ecuatorianos que han dejado sus provincias natales de para venir a Guayaquil.

El Presidente Rafael Correa ha acusado a la “oligarquía guayaquileña” de querer “hacer republiquetas” al estilo de ciudades estado como Hong Kong o Singapur.3 Yo me pregunto, ¿sería malo para los guayaquileños ser más como uno de esos dos países?

Veamos: el PIB per cápita de Hong Kong es 8,2 veces el de Ecuador y el de Singapur 7,1 veces; la inversión extranjera directa atraída por Hong Kong corresponde al 20% de su PIB, la de Singapur al 17,2% y la de Ecuador no llega ni al 5%; el total del comercio exterior como porcentaje del PIB es 399% en Hong Kong, 473% en Singapur y solamente el 69% en Ecuador.4 De acuerdo a estas cifras vemos que estos dos países son potencias económicas mundiales y no “republiquetas”.

También son países donde los ciudadanos gozan de mejor calidad de vida. De acuerdo al índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas Hong Kong se encuentra en la posición 22, Singapur en la posición 25 mientras que Ecuador está en la muy distante posición 83 de entre 177 países.5 En todos los indicadores de gobernabilidad del Banco Mundial Ecuador palidece al lado de las dos supuestas “republiquetas” (especialmente en el respeto al Estado de Derecho y en el control de la corrupción).6 En cuanto a libertades civiles Hong Kong es más libre que Ecuador y Singapur menos libre por un punto, pero ha mejorado en los últimos años mientras que Ecuador se ha estancado.7

Después de ver las cifras, pienso que sería buenísimo si Ecuador fuese una aglomeración de “republiquetas” de ese tipo.

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 9 de octubre de 2007.

Referencias:

1. Gómez Iturralde, José Antonio. “Guayaquil: Ciudad-Puerto”. Archivo Histórico del Guayas. Disponible en: http://www.archivohistoricoguayas.org/webpages/articuloCiudadPuerto.php y también Gómez Iturralde, José Antonio. “Guayaquil: Ciudad de comerciantes”. Archivo Histórico del Guayas. Disponible en: http://www.archivohistoricoguayas.org/webpages/articuloCiudadComerciantes.php?articulo=24.

2. De Tocqueville, Alexis. Democracy in America. Texto entero disponible en: http://xroads.virginia.edu/~HYPER/DETOC/toc_indx.html.

3. “El Presidente Correa denunció que quieren enterrar la memoria de Simón Bolívar y aislar a Guayaquil”. Presidencia de la República del Ecuador. 21 de Julio de 2007. Disponible en: http://www.presidencia.gov.ec/noticias.asp?noid=10358.

4. Datos del World Development Indicators del Banco Mundial.

5. Human Development Report 2007. Naciones Unidas. Disponible en: http://hdr.undp.org/hdr2006/statistics/.

6. World Governance Indicators. Banco Mundial. Disponible en: http://info.worldbank.org/governance/wgi2007/.

7. Freedom in the World. Freedom House. Disponible en: http://www.freedomhouse.org/template.cfm?page=15.

Deja vu venezolano

Guayaquil, Ecuador— En febrero de 1999 el recientemente elegido Presidente venezolano Hugo Chávez Frías, en su discurso inaugural, juró sobre una “constitución moribunda” a la cual declaró no respetar.1 En enero de 2007 el recientemente elegido Presidente ecuatoriano Rafael Correa juró respetar el mandato del pueblo. Como Chávez, él tampoco juró respetar la constitución vigente.2

En el mismo discurso inaugural antes mencionado, Chávez emitió un decreto convocando una Asamblea Constituyente (AC), la cuál no solo redactaría una nueva constitución sino que “transformaría el Estado y crearía un nuevo orden judicial basado en un modelo de gobierno diferente al existente”. Como Chávez, Correa emitió el día de su inauguración un decreto para convocar una AC “que transforme el marco institucional del Estado y elabore una nueva constitución”.3

En marzo de 1999, sin esperar el resultado de esa convocatoria Chávez emitió un decreto aprobado por sus ministros sentando las bases para la convocatoria a la AC, violando de esta manera tres artículos de la constitución venezolana vigente. Este cambio en las reglas del juego resultó en que Chávez obtenga 95% de los escaños con solo el 30% de los votantes registrados. Al convocar una AC sin presentar textos concretos de reforma constitucional, Rafael Correa violó el artículo 283 de la constitución vigente, y al anexar el estatuto a la convocatoria se reemplazó inconstitucionalmente la ley electoral vigente con una nueva ley electoral de autoría del gobierno (el estatuto). El cambio en las reglas del juego—financiamiento público de las campañas, un sistema electoral difícil de entender y un fortalecimiento del incentivo para votar en plancha—contribuyó a lograr una mayoría oficial abrumadora.

En abril de 1999, Chávez le dice a la Corte Suprema que “solo el presidente posee autoridad exclusiva sobre el manejo de los asuntos del Estado”, amenazando a los magistrados con represalias si no actúan de acuerdo a sus deseos. En abril de 2007, Correa desconoce el fallo del Tribunal Constitucional—la máxima autoridad dentro de la República del Ecuador de acuerdo a la Constitución vigente—que restituía a los diputados destituidos. Luego el Congreso, con el aval del Presidente, destituyó a los vocales del TC.4

Hasta aquí llegan las similitudes porque el caos organizado todavía no avanza tanto en Ecuador como ya lo ha hecho en Venezuela. Pero les sigo contando la triste historia de Venezuela: entre agosto y septiembre de 1999 la AC se constituyó con poderes supraconstitucionales (léase: plenos poderes) y designó a una comisión de emergencia judicial la cual destituyó a todos los jueces y nombró a jueces provisionales (muchos de los cuales han demostrado ser no tan provisionales); en diciembre de 1999 decretó la eliminación de todos los poderes públicos existentes; en junio del 2000 aprobó una Ley de Telecomunicaciones dándole al Ejecutivo poderes sobre lo que se podía o no difundir por los medios, la cuál constituyó un golpe a la libertad de expresión en el país.5

El analista venezolano Gustavo Coronel dice de la AC venezolana: “Se trató de un claro caso de corrupción política y de un golpe de estado progresivo que terminó con todas las instituciones políticas venezolanas bajo el control del gobierno y eliminó todos los equilibrios y contrapesos efectivos. A partir de ese momento, para todos los efectos prácticos, Venezuela dejó de ser una democracia”.

Ya es hora de que el Presidente ecuatoriano y los miembros de la mayoría oficial marquen distancia del ejemplo venezolano no solamente con palabras sino con actos. Hasta ahora luce como se si repitiera aceleradamente el proceso venezolano.

Este artículo fue publicado originalmente en el El Universo el 2 de octubre de 2007.

Referencias:

1. Todas las fuentes del caso venezolano, a menos que se indique de manera distinta, están documentadas en Coronel, Gustavo. “Hugo Chávez: De Presidente electo a dictador”. ElCato.org. 27 de marzo de 2007. Disponible en: http://www.elcato.org/node/2352.

2. “Rafael Correa jura como Presidente del Ecuador”. El Mundo.15 de enero de 2007. Disponible en: http://www.elmundo.es/elmundo/2007/01/15/internacional/1168874973.html.

3. Correa, Rafael. Texto del Decreto 002. 16 de enero de 2007. Disponible en: http://www.hoy.com.ec/temas/temas2007/asamblea/decreto002.pdf.

4. Calderón, Gabriela. “Abuso de poder: El record constitucional de Rafael Correa”. El Universo. 26 de junio de 2007. Disponible en: http://www.eluniverso.com/2007/06/26/0001/21/1BE7EEC1C1A34E4983D50CAF47115B54.aspx.

5. Coronel, Gustavo. “Corrupción, administración deficiente y abuso de poder en la Venezuela de Hugo Chávez”. ElCato.org. 26 de noviembre de 2007. Disponible en: http://www.elcato.org/node/2080.

Wednesday, October 03, 2007

El Consenso de Washington, explicado

Guayaquil, Ecuador— El Presidente Rafael Correa menciona frecuentemente al “Consenso de Washington” (CW) asumiendo que todos sabemos a qué se refiere. Yo no asumo eso y quiero explicarles de qué se trata.

A pesar de que escribió un capítulo entero de su tesis doctoral para criticar las reformas que él le atribuye al CW, en ningún momento explica en qué consistía este consenso ni cita a John Williamson, su autor.1 Si el entonces estudiante hubiese revisado lo propuesto por Williamson se hubiese dado cuenta que en algunos puntos está más cerca de coidearios suyos tales como Daniel Rodrik de Harvard y Joseph Stilglitz de Columbia, que de los “neoliberales”.2

Antes que nada hay que aclarar que el CW fue escrito por un economista independiente que desde ese entonces trabaja como economista en el International Institute for Economics (ahora Peterson Institute for International Economics) de Washington, DC.3 No fue una política de estado de EE.UU., ni una macabra conspiración del “imperio”.

El CW fue adoptado parcialmente y voluntariamente por varios países latinoamericanos cuando colapsó el modelo de desarrollo de substitución de importaciones que se había practicado desde los 1950s. Ese modelo
daba privilegios monopólicos a empresarios que nunca dejaron de ser “industrias infantiles”.

Ahora para entrar en detalles específicos, el CW aseveraba que la mayoría de las instituciones de investigación y de agencias involucradas en la formulación de políticas públicas para el desarrollo estaban de acuerdo que los siguientes puntos eran esenciales para el desarrollo: (1) disciplina fiscal; (2) una re-organización del gasto público para canalizarlo más hacia la atención médica básica, la educación primaria y la infraestructura; (3) reforma fiscal para reducir las tasas marginales de impuestos para así aumentar la recaudación; (4) liberalizar las tasas de intereses; (5) sostener un tipo de cambio “competitivo”; (6) eliminar las restricciones cuantitativas por sobre el comercio y convertirlas en restricciones arancelarias que luego serían reducidas paulatinamente hasta llegar a un arancel efectivo promedio de entre 10 y 20%; (7) liberalizar el flujo de inversión extranjera directa; (8) privatizar las empresas estatales; (9) eliminar las barreras a la entrada y salida del mercado reduciendo las trabas legales innecesarias; y (10) fortalecer los derechos de propiedad privada.4

El CW no era (ni es) una agenda completa para el desarrollo. El mismo Williamson lo reconoció en el momento que formuló esa lista de políticas y lo sigue reconociendo hoy. Tampoco es un manifiesto liberal pues si lo fuese aconsejaría un tipo de cambio determinado por el mercado y no por la banca central y una liberalización comercial que eventualmente llegue a un arancel medio efectivo de 0%.


Decirle a la gente que el CW se aplicó en todos los países de Latinoamérica es mentirles. El gasto público indisciplinado y el mal manejo de la deuda son los más puntuales ejemplos de que el CW no fue aplicado en gran parte. Francisco Gil Díaz, el ex ministro de Hacienda de México, dice al respecto “las políticas que se han llevado a cabo no son ni siquiera una mala imitación de lo que deberían ser las políticas de una economía de mercado…Sin embargo, y sorprendentemente, los comentaristas de radio
y televisión, una variedad de políticos y hasta algunos economistas ‘de renombre’ han podido presentar como algo genuino la grotesca caricatura de economía de mercado que ha sido implementada a lo largo de nuestro continente”.5

Los países que más se aproximaron a aplicar varias de las medidas recomendadas en el CW por un mayor periodo de tiempo resultan ser los que mejor resultados han tenido en la década de los noventas y lo que va de la actual: Chile, El Salvador y más recientemente, el Perú. Como lo observa el economista Juan Andrés Fontaine, América Latina necesita un Consenso de Santiago, no un CW.6

Este artículo fue publicado originalmente por El Universo (Ecuador) el 25 de septiembre de 2007.

Referencias:

1. Correa, Rafael. “Three Essays on Contemporaneous Latin American Development”. University of Illinois at Urbana-Champaign. Capítulo 1.

2. Williamson, John. “The Washington Consensus as Policy Prescription for Development”. Discurso ante el Banco Muncial. 13 de enero de 2004. Disponible aquí: http://www.petersoninstitute.org/publications/papers/williamson0204.pdf.

3. Ver biografía corta de John Williamson aquí: http://www.iie.com/staff/author_bio.cfm?author_id=15.

4. Ibid., “The Washington Consensus as Policy Prescription for Development”.

5. Gil Díaz, Francisco. “No culpen de nuestros fracasos a reformas
que nunca se dieron”. Cato Institute. 6 de septiembre de 2007. Disponible en: http://www.elcato.org/node/1845.

6. Vásquez, Ian. “Cambios al Consenso de Washington”. Cato Institute. 26 de noviembre de 2002. Disponible en: http://www.elcato.org/node/576.

Tuesday, September 18, 2007

Buenas noticias desde el sur

Lima, Perú— Llegué a Lima sin grandes expectativas y me encontré con algo impresionante. Una ciudad de 8 millones de habitantes en la que se respiraba el cambio: un aeropuerto inmenso y moderno, repleto de pasajeros de todas partes del mundo, edificios en construcción, hipermercados y centros comerciales en gran cantidad y todos y cada uno de ellos llenos de compradores.

En el diario Correo leí como los chilenos ahora miran a los peruanos “con el recelo de quien puede ser superado a la vuelta de la esquina”.1 Mario Vargas Llosa se preguntaba en 1969 “¿En qué momento se jodió el Perú?” A lo que la revista chilena Capital contesta hoy: “¿Puede estar jodido un país que lleva 70 meses de crecimiento y que este año espera expandirse un 7,5 por ciento, muy por arriba de Chile?”2 En la V Convención Internacional de Economía organizada por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas escuché al economista chileno Cristián Larroulet decir “A veces me da envidia ver lo que está pasando en el Perú”3 ¡Un chileno con envidia de Perú!

La envidia también la están sintiendo los argentinos. El analista argentino Gerardo Bongiovanni lamentaba que mientras que entre 2001 y 2006 las exportaciones argentinas crecieron por 75% las peruanas crecieron por 218%.4

En su libro, La revolución capitalista en el Perú, el periodista peruano Jaime de Althaus documenta cómo “la revolución capitalista” ha transformado al país:5

  • Se redujo la brecha entre la capital y el interior del país y entre los ricos y los pobres. Entre 2001 y 2004 la pobreza nacional pasó de 54,30% a 51,6%, es decir, solo por 2,7 puntos mientras que en Ica, por ejemplo, se redujo de 46,7% a 29,2% ¡17,5 puntos! Entre 1991 y 2006 el ingreso del cuarto más pudiente de la población peruana aumentó su ingreso por 13,5%, mientras que el cuarto más pobre aumentó su ingreso por 145,5%.


  • Se liberalizó el comercio al punto que hoy el arancel medio efectivo es de 5%.6 La suma de las exportaciones y las importaciones ha pasado de representar alrededor de 20% del PIB antes de 1990 al 40% en 2006.


  • Se han sostenido políticas fiscales y monetarias prudentes—no se gasta lo que no se tiene y la inflación se mantiene baja.


  • Se democratizó el capital a través del sistema de seguridad social privada. 2’100.000 peruanos ahora son socios de las empresas nacionales y transnacionales más grandes del país. Este sistema ha logrado acumular $16.784 millones de dólares (18% del PIB) en las cuentas de ahorro individuales. Esos fondos tuvieron una rentabilidad promedio de 26,8% en el 2006 y servirán para que los peruanos financien su jubilación y el desarrollo del país.


  • A partir de 1996 se han titularizado 3,200,000 predios en el campo y la ciudad, beneficiando a 13 millones de peruanos mayormente ubicados bajo la línea de la pobreza.


  • Se han privatizado servicios públicos esenciales como la telefonía y la electricidad. Por ejemplo, el porcentaje de hogares con teléfono fijo o móvil (o ambos a la vez) casi se duplicó entre 2001 y 2006 pasando la cobertura de 24,4 a 42% de la población.


  • Se permitió considerar la tierra como un bien de capital y ahora el agro peruano exporta más, especialmente productos de mayor valor agregado.


No obstante, Perú tiene mucho camino por recorrer. El país sigue teniendo uno de los mercados laborales más rígidos del mundo (160 de 175 países observados por el índice Haciendo Negocios del Banco Mundial). Esta rigidez laboral que aumentó marcadamente durante los noventas es culpable de la exclusión de millones de trabajadores peruanos de los beneficios del sector formal. Tampoco se ha avanzado en la
educación que continua secuestrada por el sindicato que en julio desató violencia a lo largo del país por negarse a que los profesores públicos sean evaluados.

Falta mucho por hacer para asegurar que Perú se vuelva el próximo “jaguar sudamericano” como se lo ha propuesto el Presidente Alan García, en su determinado intento de reivindicarse.

Este artículo apareció en El Universo (Ecuador) el 18 de septiembre de 2007.

Referencias:

1. Mendoza, Raúl. “Así nos ven los chilenos”. Diario Correo. 11 de septiembre de 2007. Disponible en: http://www.correoperu.com.pe/correosur/puno/columnista.php?col_id=77.

2. Medel, Lorena y Soto, Marcelo. “Perú: en blanco, en rojo”. Capital. Edición 210.

3. Presentación de Cristián Larroulet ante la V Convención Internacional de Economía organizada por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en Lima, Perú (13-14 de septiembre de 2007).

4. Ibid., V Convención Internacional de Economía.

5. Todas las cifras a continuación tomadas de este libro a menos que esté indicado de otra manera. De Althaus, Jaime. La revolución capitalista en el Perú. Fondo de Cultura Económica del Perú, 2007.

6. Presentación de Renzo Rossini, Gerente General del Banco Central de Reserva del Perú ante la V Convención Internacional de Economía de la UPC, 14 de septiembre de 2007.

Tuesday, September 11, 2007

Harina y conspiracion

Guayaquil, Ecuador— El Presidente Correa está molesto con la oposición por conspirar para elevar los precios del aceite, arroz, hortalizas, urea, gas, y ahora la harina. Dice que Álvaro Noboa, quien controla entre el 20 y 25% del mercado molinero del país, ha subido el precio de la harina para financiar su campaña.1

Ya arrancó el subsidio de la harina, pagándole a los molineros (incluido Noboa) la diferencia entre el precio de mercado y el precio decretado por el gobierno de $22 el quintal. Si fuese verdad que el magnate Noboa está manipulando el precio de la harina para financiar su campaña, ¿no le parece irónico que ahora el gobierno le esté financiando su campaña al pagarle la diferencia de precio?

La paranoia de este gobierno y su obsesión con las supuestas conspiraciones serían cómicas sino fueran preocupantes. Karl Popper, decía que los gobiernos totalitarios—ya sean de corte fascista o comunista—se valen de “teorías de conspiración” que consideran que todo lo que sucede en una sociedad—como la pobreza, el desempleo o la escasez—es el resultado intencionado directamente por algunos individuos o grupos poderosos.2 ¿Le suena familiar?

El alza de precios del trigo y otros cultivos es un fenómeno mundial, no una conspiración de la oposición. Según The Economist el trigo ha estado subiendo de precio a nivel mundial—entre 2006 y 2007 el precio a futuro del trigo casi se duplicó—y se calcula que siga subiendo durante los próximos años. Los productores tradicionales como Canadá, EE.UU. y Europa han tenido mal clima y por lo tanto la cosecha de trigo ha sufrido una baja a nivel mundial.3 ¿Estarán conspirando todos los molineros del mundo en contra del gobierno de Correa?

Se calcula que la harina solo constituye un 5% de los insumos requeridos para producir un molde de pan4, así que el impacto en el costo no es considerable. Subsidiar a los panaderos al costo de alrededor de $90 millones al año5 no cambiará la realidad de que a nivel mundial el trigo ahora cuesta más y esto lo sentiremos cuando comiencen a escucharse noticias del contrabando y la escasez de harina.

Los controles de precio, ya sean a través de la imposición de un precio oficial o a través de un subsidio a los productores, nunca han funcionado. Acerca de esto, el nazi responsable del planeamiento económico, Hermann Goering, siendo prisionero dijo a las autoridades norteamericanas que se negaban a eliminar los controles de precios: “Están intentando controlar los precios y salarios de la gente, es decir el trabajo del pueblo. Si hacen eso deberán controlar la vida de las personas. Y ningún país puede intentarlo a medias. Yo lo intenté y fracasé. Asimismo, una nación tampoco puede imponer un control absoluto. También
lo intenté y también fracasé”.6

Y es así que se empieza con el gas, luego la urea, después la harina, y ahora la prohibición de exportar el arroz. ¿Por qué detenerse ahí?

En lugar de aplicar arancel 0 a las importaciones de harina por el plazo de seis meses, debería definitivamente eliminarse el privilegio proteccionista del que han gozado durante décadas los molineros locales.

En una sociedad libre es normal y deseable que los precios varíen continuamente. No se trata de una malévola conspiración entre empresarios, sino del reflejo de las cambiantes preferencias de millones de consumidores. Como decía Ludwig von Mises “Un empresario obtiene ganancias por servir a los consumidores, es decir a las personas, tal cual son y no tal como deberían ser según las fantasías de algún dictador potencial”.7

Este artículo fue publicado originalmente en el El Universo el 11 de septiembre de 2007.

Referencias:

1. Reyes, Xavier. “Subsidio debe ser para panaderos”. El Universo. 27 de agosto de 2007. Disponible en: http://ww.eluniverso.com/2007/08/27/0001/9/92306CA81B9344799FE56A3F072E19F5.aspx y “Gobierno culpa de alzas a la oposición”. El Universo. 5 de septiembre de 2007. Disponible en: http://www.eluniverso.com/2007/09/05/0001/9/95E819A40D604F2B9C691D4A81D1BC35.aspx.

2. Popper, Karl. Conjectures and Refutations: The Growth of Science Knowledge. 5ta. edición. Routledge: Nueva York. 1989: p. 341-342.

3. “Crunch time”. The Economist. 6 de septiembre de 2007. Disponible en: http://www.economist.com/displaystory.cfm?story_id=9769373.

4. Ibid., “Crunch time”.

5. “Gobierno usará fondos estatales para evitar que pan suba precio”. El Universo. 1 de septiembre de 2007. Disponible en: http://www.eluniverso.com/2007/09/01/0001/9/66903205AA704A02A02A452BE9B3F255.aspx.

6. DiLorenzo, Thomas J. “Four thousand years of price controls”. Ludwig von Mises Institute. 10 de noviembre de 2005. Disponible en: http://www.mises.org/story/1962.

7. Von Mises, Ludwig. Planificación para la libertad y otros ensayos. Centro de Estudios Sobre la Libertad. Argentina. 1986: p. 158.

Wednesday, September 05, 2007

Chile y los "igualocratas compulsivos"

Guayaquil, Ecuador— El economista mexicano Manuel Suárez-Mier decía que le sorprendió que uno de sus alumnos en la American University de Washington, DC afirmara que “era preferible que todos los pobladores de un país fueran igualitariamente pobres a que hubiera diferencias de riqueza”.1 En cambio, hay otros como el analista español Pedro Schwartz quien dice: “A mi no me importa la desigualdad, no soy envidioso. Me importa la pobreza”.2 Hoy quiero hablar de los primeros, a quienes Suárez-Mier llama “igualócratas compulsivos”.

Los igualócratas compulsivos suelen tener un problema con Chile. Dicen que sus políticas “neoliberales” han resultado en una desigualdad social inaceptable. Pero si usted fuese uno de los 676 mil chilenos que lograron salir de la pobreza entre 2003-2006 solamente3, ¿le importaría que al mismo tiempo se haya aumentado la desigualdad de ingresos? Probablemente le molestaría, pero no creo que estaría dispuesto a sacrificar la mejora en su calidad de vida por regresar a aquel tiempo en que todos eran más pobres pero más iguales.

Y esto, sospechando que las reformas liberales de Chile de hecho causaron un aumento en la desigualdad. Según lo explicado por Carlos Sabino, la distribución del PIB desde 1965 en adelante permanece casi igual, “pues en esta fecha el 20% más pobre obtenía el 4% de los ingresos y el 20% más rico obtenía el 55,6%, en tanto que 30 años después los valores eran de 4,6% y 55,6%, sin que en el período intermedio se presente ninguna variación de consideración”.4 Es decir, Chile pasó por Allende, Pinochet, los tres primeros gobiernos de la Concertación y una crisis económica, sin variaciones considerables en el grado de desigualdad.

¿Qué hizo Chile? Redujo unilateralmente los aranceles de un promedio de 100% al 15 por ciento para todas las importaciones (eventualmente el arancel único se bajó aún más hasta llegar a un 6%, y tomando en consideración los TLCs existentes, el efectivo alcanza apenas el 2%). Chile ha firmado tratados de libre comercio que cubren 65 por ciento de la población mundial y alrededor de 80 por ciento del comercio chileno.5

Chile ha mantenido una estricta disciplina fiscal, la autonomía del banco central, fomentado la participación del sector privado en la provisión de servicios públicos (en la última década, proyectos de más de $7.000 millones han sido dados en concesión al sector privado), privatizado la seguridad social y fortalecido la seguridad jurídica.6

Hoy Chile es el país más desarrollado de Latinoamérica si se observa un conjunto de indicadores. En la región es: el país menos corrupto (20 de 163 según Transparencia Internacional)7; la economía más libre, según el Índice de Libertad Económica de los institutos Cato y Fraser8; el segundo país con mejor calidad de vida según las Naciones Unidas9; el país con mejor ambiente de negocios según el Banco Mundial10; el mejor posicionado en cinco de los seis indicadores de gobernabilidad del Banco Mundial (en uno de ellos es el segundo)11; el país más con más libertades civiles y políticas según FreedomHouse12; y el tercer país con la prensa más libre según Reporteros Sin Fronteras.13

Según los datos de la CEPAL, no hay un país en Latinoamérica que haya reducido la pobreza tan aceleradamente como Chile.14 En 1990 38,6% de los chilenos eran pobres, hoy solo 13,7 por ciento lo son.15 Puede que los igualócratas compulsivos se aflijan por la persistente desigualdad, pero yo estoy feliz de que Chile este próximo a escapar de la pobreza.

Este artículo fue publicado originalmente El Universo (Ecuador) el 4 de septiembre de 2007.
Referencias

1 Suárez-Mier, Manuel. “Pobreza y desigualdad”. ElCato.org. 29 de marzo de 2007. Disponible en: http://www.elcato.org/node/2360.

2 Schwartz, Pedro. “Peste de anti-globalizadores”. ElCato.org. 17 de agosto de 2001. Disponible en: http://www.elcato.org/publicaciones/articulos/art-2001-08-17.html.

3 CASEN 2006 en profundidad. Temas Públicos del Instituto Libertad y Desarrollo (Chile). No.825. 22 de junio de 2007. Disponible en: http://www.lyd.com/LYD/Controls/Neochannels/Neo_CH3798/deploy/TP-825-CASEN%202006%20en%20profundidad-22-06-2007.pdf.

4 Sabino, Carlos. El fracaso del intervencionismo: Apertura y libre mercado
en América Latina
. Editorial Panapo: 1998.

5 García Hurtado, Álvaro. “Development in Chile 1990-2005: Lessons from a positive experience”. World Institute for Development Economics Research de la Universidad de las Naciones Unidas. Febrero de 2006. Disponible en: http://www.wider.unu.edu/publications/rps/rps2006/rp2006-13.pdf.

6 Ibid., “Development in Chile”.

7 Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional. Disponible en: http://www.transparency.org/policy_research/surveys_indices/cpi/2006.

8 Índice de Libertad Económica 2006. Disponible en: http://www.freetheworld.com/release.html.

9 Human Development Report 2006. Naciones Unidas. Disponible en: http://hdr.undp.org/hdr2006/statistics/data/.

10 Doing Business 2006. Banco Mundial. Disponible en: http://www.doingbusiness.org.

11 Worldwide governance indicators 2007 del Banco Mundial. Disponible en: http://info.worldbank.org/governance/wgi2007/.

12 Índice de Libertades Civiles y Políticas de FreedomHouse. Disponible en: http://www.freedomhouse.org/template.cfm?page=15.

13 Freedom of the Press Index de Reporteros Sin Fronteras. Disponible en: http://www.rsf.org/rubrique.php3?id_rubrique=639.

14 “Destitute no more”. The Economist. 16 de agosto de 2007. Disponible en: http://www.economist.com/displaystory.cfm?story_id=9645174.

15 CASEN 2006. MIDEPLAN. Disponible en: http://www.mideplan.cl/final/categoria.php?secid=25&catid=124.

Wednesday, August 22, 2007

El crecimiento economico si importa

Guayaquil, Ecuador— Desde 1990 hasta el 2004 la pobreza mundial se redujo de 1.247 millones de personas a 969,48 millones (o de 28,66% a 18,09% de la población mundial).1 La mayoría de esas reducciones ocurrieron en China y en la India—países que sostuvieron en los 90s tasas de crecimiento económico con un promedio de 9,4% y 5,6%, respectivamente—demostrándose así que el crecimiento económico si importa.

El Presidente Correa y su Ministro del Litoral suelen decir que el crecimiento económico no es relevante como indicador del desarrollo de un país. Es cierto que el índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas explica más acerca de nuestra calidad de vida.2 No obstante, resulta que los países con PIB per cápita más alto suelen ser también los que mejor posicionados están en el índice de desarrollo y los que tienen menos pobreza.

Se dice que el crecimiento económico no es del todo bueno porque amplia la brecha entre los pobres y los ricos. El problema aquí es confundir la desigualdad con la pobreza. Es decir, la desigualdad no implica que haya pobreza ni necesariamente impide que se la elimine. De hecho hay países en los que todos son igualmente pobres y otros en los que todos son desigualmente ricos.

Consideremos a dos países, uno rico pero con mucha desigualdad—Singapur—y uno pobre pero con mucha menos desigualdad—Etiopía. Mientras que Etiopía tiene un ingreso per cápita de $756, un índice de desarrollo que lo coloca en la posición 170 de 177 países y se encuentra en la posición 98 de 102 en el índice de pobreza; Singapur tiene un ingreso per cápita de $28.077, un índice de desarrollo que lo coloca en la posición 25 de 177 países y se encuentra en la posición 7 de 102 del índice de pobreza.3 Si usted fuera uno de los tantos pobres etíopes no dudo que sin pensarlo dos veces usted cambiaría su lugar con el pobre de Singapur. ¿Por qué? Porque en un país con mucha más riqueza, hay menos probabilidad de que usted se quede entre la reducida cantidad de pobres y si es pobre va a gozar de una mejor situación que el pobre de Etiopía debido a las más numerosas oportunidades de creación de riqueza.

Cuando la torta es más grande, nos importa menos si hay unos que comen tres o cuatro pedazos, porque las probabilidades de que todos coman algo de torta se aumentan. Mientras que en Etiopía se ha repartido pobreza, en Singapur se la ha reducido con la creación de riqueza.

En la dogmática búsqueda de la igualdad se puede terminar pasando por alto el crecimiento económico, que como ya ha sido comprobado, reduce la pobreza. Según el Índice de Libertad Económica de los institutos Fraser y Cato, la libertad económica—que este gobierno parece menospreciar—está relacionada con altas tasas de crecimiento, una mejor calidad de vida, mayores libertades civiles y políticas y menos corrupción.4 ¿Por qué no aumentar esa libertad? Pareciera que por la obsesión con la igualdad.

Esta obsesión recuerda lo afirmado por De Tocqueville “Democracia y socialismo nada tienen en común a excepción de una palabra, igualdad. Pero noten la diferencia: mientras la democracia busca igualdad en libertad, el socialismo busca igualdad en restricción y servidumbre”.5

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo el 21 de agosto de 2007.

Referencias

1. Chen, Shaohua y Ravallion, Martin, “Absolute Poverty Measures for the Developing World, 1981-2004”. World Bank. Marzo de 2007. Disponible en: http://iresearch.worldbank.org/PovcalNet/Publications/poverty%20measures%20for%20the%20developing%20world.pdf.

2. “Ecuador medirá su crecimiento económico”. El Mercurio. 5 de marzo de 2007. Disponible en: http://www.elmercurio.com.ec/web/titulares.php?seccion=fzuyEtT&codigo=DdKSW27iHN&nuevo_mes=03&nuevo_ano=2007&dias=05&noticias=2007-03-05.

3. Cifras del Reporte de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Disponibles en: http://hdr.undp.org/hdr2006/statistics/data/.

4. Gwartney, James and Lawson, Robert. Economic Freedom of the World 2004. Relación entre libertad económica y las otras libertades e indicadores de desarrollo se encuentra en las páginas 22-27 del PDF disponigle en: http://www.freetheworld.com/2006/1EFW2006ch1.pdf.

5. A. De Tocqueville citado en F.A. Hayek, Individualism and Economic Order. The University of Chicago Press: 1992.

Libertad en concesion

Guayaquil, Ecuador— Una de las cosas que Venezuela y Ecuador tienen en común es que recientemente sus gobiernos se jactan de haber logrado que un medio de comunicación pase a ser “de todos”. Dicen que han dado un paso hacia la “democratización de los medios”. Pero si observamos de cerca lo ocurrido, veremos que lo que en realidad ha sucedido es la estatización de dos medios que ahora obedecen a los gobiernos de Caracas y Quito, respectivamente.

RCTV, acusado de ser un canal golpista por otro golpista (Chávez en 1992), dejó de emitir su señal abierta a todos los venezolanos el 27 de mayo de 2007. Las telenovelas de mayor sintonía junto con los demás programas de entretenimiento que ofrecía este canal durante 53 años ahora solo pueden ser disfrutados por los venezolanos que pueden pagar cable (2/5 de la población), y por aquellos que tengamos acceso a YouTube. Es difícil comprender cómo quitarle a los más pobres —quienes no tienen cable ni televisión satélite— su canal favorito es una “democratización del espacio electromagnético”, como dice el gobierno venezolano.

En lugar de RCTV ahora está el canal estatal TVES. El problema con TVES es su mínima sintonía: mientras que RCTV llegó a tener 35% de la audiencia, TVES no supera el 2,6%. TVES, supuestamente el canal “de todos”, en realidad no es ni independiente ni plural. Gustavo Hernández del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la Universidad Central de Venezuela concluyó en su análisis del canal estatal que “No existe comité de usuarios que sea nombrado de manera transparente, por lo que la gente no participa en el diseño de la programación”.

Ignacio Ramonet, quien dirige un periódico no “democratizado” (léase privado), dijo que respaldaba la medida del gobierno venezolano de no renovar la concesión de RCTV puesto que considera que en Venezuela “hay un proyecto de crear una comunicación de servicio público que esté a la orden de la verdad, de la cultura, de la educación, de la sociedad y del pueblo”. Personas como Ramonet parecen creer que la verdad es solo una y que la cultura y las virtudes se imponen desde arriba.

La libertad de expresión se asegura cuando los individuos en una sociedad tienen la libertad de decidir por si solos qué leer, qué escuchar y qué ver. Esto implica que no hay una verdad oficial ni definición oficial de la cultura.

Si algo podemos aprender del caso de RCTV es que la libertad de expresión no se puede dar en concesión. En muchos países los gobiernos son dueños del espacio electromagnético, dejándose la puerta abierta a que el día de mañana un Chávez utilice ese poder para tomar represalias en contra de cualquier piedra en su zapato.

Nuestro Presidente no hubiera esperado tanto para quitarle la concesión a RCTV ni considera que su cierre ha sido un golpe para la libertad de expresión en Venezuela. A veces se olvida que el derecho a la libertad de expresión, inseparable de la libertad de prensa, no lo concede el Estado, pudiendo solamente reconocerlo y protegerlo.

En Ecuador no hay una mafia política y/o económica que controla los medios. Hay una vibrante prensa libre —con todos sus defectos y virtudes— que todos los días compite para acaparar la atención del público. En una sociedad libre, usted como lector, radioyente o televidente decide qué ver, qué escuchar y qué leer, no un gobierno con complejo de árbitro de la verdad y la moral. Por suerte, los medios oficiales suelen ser los más aburridos.

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 14 de agosto de 2007.

El robo legalizado

Guayaquil, Ecuador— “La ley a veces defiende y participa en la expoliación. A veces la lleva a cabo por su propia mano a fin de ahorrarle al beneficiario la vergüenza, el peligro y el escrúpulo. A veces pone todo aquel aparato de juzgados, policía, gendarmería y prisión, al servicio del expoliador, tratando como criminal al expoliado que se defiende”.

—“La ley”, Frédéric Bastiat (1848)1

Bastiat describe lo sucedido en Latinoamérica con el subsuelo. Guillermo Yeatts, en su libro El robo del subsuelo, dice que cuando vinieron a Latinoamérica los españoles establecieron que lo que está debajo de la superficie, como el petróleo o cualquier otro mineral, era del monarca. Luego de la independencia, nuestros próceres no eliminaron esa condenada tradición. El estado reemplazo al monarca.2

Desde entonces los incentivos para invertir y producir han sido débiles. La diferencia entre los que tienen industrias de explotación de recursos naturales altamente desarrolladas, y los que tienen a estas industrias estancadas se debe a la existencia (o carencia) de incentivos para invertir y producir.

El aumento de producción petrolera a largo plazo se logra con inversiones cuantiosas y de alto riesgo en exploraciones que, según el Ingeniero Carlos Arnao Ramírez quien trabajó en CEPE (antecesora de Petroecuador) y luego en Repsol, en Ecuador no se han llevado a cabo desde hace prácticamente 16 años. Es decir, desde 1992 nos hemos estado comiendo las reservas3 porque con el marco legal que tenemos casi nadie en su sano juicio se atrevería a realizar una inversión en exploraciones.

Por lo tanto solo se ha invertido en desarrollar la capacidad de producción y transportación y no en buscar más petróleo. En esto, resulta que las empresas privadas suelen invertir más que las públicas. El Ingeniero Alberto Segovia, quien también trabajó en CEPE, dijo que “en los últimos 10 años Petroecuador invirtió 967 millones de dólares, mientras que las privadas $4.600 millones. Las privadas destinan $7,8 por barril para inversión y Petroecuador $0,70”.4

Una manera obvia de generar incentivos sería la de devolverle la propiedad del subsuelo a los superficiarios de esas tierras. Como esto podría ser difícil de implementar en los casos en que estas tierras carecen de un anterior propietario legal que no sea el Estado, otra forma de generar incentivos en el sistema sería adoptar el sistema de “concesión plena” del sector minero de Chile.

José Piñera, autor de la reforma minera en Chile, explica que la “concesión plena” consiste de lo siguiente: (1) está protegida por los derechos de propiedad privada ya que el titular puede venderla, hipotecarla, dejarla en herencia, etc.; (2) la eventual expropiación solo puede hacerse con una justa indemnización que será pagada al contado y equivaldrá al Valor Presente de los flujos futuros de caja que la concesión puede generar; (3) es operada por el titular como este lo considere racional —con sus propias tecnologías, métodos y sin imposiciones del gobierno de turno; y (4) no depende del poder político —solo puede ser creada, sostenida o extinguida por el poder judicial5(asumiendo que para este entonces tengamos un Poder Judicial despolitizado).

Solo con la propiedad privada del subsuelo algo cercano a eso, como la “concesión plena” del sector minero de Chile, habrán incentivos para que se realicen las inversiones necesarias para explotar de manera racional los recursos del subsuelo.

Para el 2003, Chile había recibido $16.000 millones en inversión extranjera en el sector minero y por primera vez los chilenos estaban invirtiendo cuantiosas sumas en el sector. 20 años después de esta reforma de 1981, Chile logró quintuplicar la producción de cobre llegando a constituir 35% de la oferta mundial.6

Está en las manos de los asambleístas hacer esa revolución en la nueva constitución.

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 7 de agosto de 2008.

Referencias

1. Bastiat, Frédéric. “La ley”. 1848. Disponible en: http://www.elcato.org/node/1276.

2. Yeatts, Guillermo. El robo del subsuelo. Editorial Lumiere. 1998.

3. Arnao Ramírez, Carlos. “Liberalización de las empresas del Estado: Sector petrolero” en Evolución y Cambio No. 16. 2006. Instituto Ecuatoriano de Economía Política.

4. Entrevista con Alberto Segovia. “Solo la inversion dará paso a la reactivación petrolera”. Líderes. 23 de Julio de 2007.

5. Piñera, José. “El cascabel a la minería”. Conferencia dictada en las Quintas Jornadas de Derecho Minero de la Universidad Católica de Chile, dedicadas a celebrar los veinte años de la ley orgánica constitucional sobre concesiones mineras. 28 de octubre, 2002. Disponible en: http://www.josepinera.com/pag/pag_tex_mineria.htm.

6.Ibid., Piñera.