Los Ecuatorianos por Encima de las Trabas
Desde el niño que vende flores en las calles y discotecas, sabiendo a quien y cuando se las vende, hasta el empresario que importa mercancía de consumo popular conociendo que productos se venden y a quien vendérselos; desde el político que trafica influencias sabiendo que así asegurará su permanencia en el poder, hasta el ciudadano que busca hacer negocios con el estado sabiendo que de esa manera duplicará sus ganancias: Todos gozamos de lo que Friedrich A. Hayek describió como el privilegio del conocimiento del momento y el lugar preciso. En una sociedad donde cada individuo tiene que lidiar con la sobrecarga de regulaciones innecesarias y hasta perjudiciales para sus actividades económicas, el ingenio de cada persona burla estas leyes torpes.
Nada puede ser más ilustrativo de este principio que el sector informal de la economía ecuatoriana. En contra de regulaciones e intervenciones estatales, los ecuatorianos que se hayan “atrapados” (según dicen, léase “La informalidad atrapa cada vez más trabajadores,” El Comercio, 2/28/2005) en el sector informal de la economía han demostrado una vez más que la iniciativa de los individuos supera los resultados de la iniciativa gubernamental. Y es así que sólo en la ciudad de Guayaquil los ciudadanos que conforman el sector informal de la economía ganan alrededor de 500 dólares al mes mientras que los que se esmeran por permanecer dentro del sector formal apenas ganan 265 dólares de remuneración básica unificada, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Con esta sustancial diferencia de ingresos no debería sorprendernos que la informalidad este creciendo a pasos acelerados tanto en Guayaquil como en Quito y Cuenca. Aquí cabe recalcar que la existencia de un sector informal en un país tan altamente regulado como lo es Ecuador no es un mal, es simplemente una muestra de que aún dentro de un marco altamente obstaculizado, los individuos emprendedores pueden salir adelante. Lamentablemente, estos se corren el riesgo de ser penalizados por leyes superfluas, cargan el estigma de criminales, y casi nunca llegan a realizar su potencial.
Imagínense si estos emprendedores ciudadanos pudieran funcionar dentro del sector formal de la economía: libres de los altos riesgos que presenta el sector informal, y libres de las numerosas reglas que plagan nuestro actual sector formal, ellos serían una fuerza imparable para el desarrollo económico del país.
Preocuparnos por el surgimiento espontáneo de un sector informal es inútil. En cambio, preocuparnos por el hecho de que el sector formal está encogiéndose cada vez más es esencial: de fines del 2002 a diciembre del 2004, el porcentaje de la PEA (población económicamente activa) que pertenece al sector informal creció por un 26.15% en Guayaquil, 36.45% en Quito, y por un sorprendente 81% en Cuenca. Por otro lado, el porcentaje de la PEA perteneciente al sector formal decreció por un 28.51% en Guayaquil, 25.69% en Quito, y por un 39.08% en Cuenca. Esto no es un fenómeno restringido al Ecuador. Un estudio recientemente publicado por el Banco Mundial, Haciendo Negocios en el 2005, comprobó que mientras más se regula más crece la informalidad.
En Ecuador, como en otros países en vías de desarrollo, esperamos llegar a la altura de los países desarrollados. El problema está en que no llegaremos nunca si se le pone trabas a la iniciativa de cada ecuatoriano. El momento en que desaparezcan estas barreras saldrán adelante aquellos que sean preferidos por los consumidores. De cada persona emprendedora nos beneficiamos todos—hasta los que hacen todo por atrofiar sus esfuerzos.
2 Comments:
Hi people
I do not know what to give for Christmas of the to friends, advise something ....
Hello. Good day
Who listens to what music?
I Love songs Justin Timberlake and Paris Hilton
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