Gabriela Calderon

Un blog para discutir eventos politicos y economicos desde un punto de vista liberal. A blog for the discussion of political and economic events from a classical liberal point of view.

Thursday, February 15, 2007

Socializando perdidas y privatizando ganancias

Washington, DC— Hace poco más de un mes la Comisión Especial para la Investigación de la Deuda Externa (CEIDEX)1 emitió un reporte que aunque se presenta como un análisis profesional y técnico parece más un panfleto político. Steve Hanke, profesor de la Universidad de John Hopkins dijo de este: “Es una vergüenza para cualquier profesional de finanzas o de la banca en Ecuador”2.

No creo que él esté exagerando. Imagínese que los autores de este reporte se asombran e indignan de que el país haya pagado más de lo que recibió. Pero ¿no es eso lo que se supone que sucede cuando uno realiza un préstamo? Señoras y señores, eso se llama interés.

Es posible que formar una comisión para investigar el manejo de la deuda externa es una iniciativa buena. El problema surge cuando se la utiliza para fines políticos. En el reporte de la CEIDEX queda bien claro quién es el enemigo número uno: la banca privada. Solamente la dolarización y el “neoliberalismo” la secundan.

Pero el problema del endeudamiento tiene poco o nada que ver con estos tres chivos expiatorios. Tiene mucho que ver, entre otras cuestiones, con que el Estado ecuatoriano socializó las pérdidas y privatizó las ganancias de la banca privada desde 1983 hasta que se adoptó la dolarización en el 2000, y el Banco Central dejó de emitir billetes y cesó de actuar como prestamista de última instancia. Este sistema, que parece ser benévolo al garantizar (tácitamente) 100% de los depósitos, desde antes de la creación de la AGD, resulta en que cuando la banca va bien, los banqueros ganan; pero cuando ésta va mal, todo el pueblo paga. Señoras y señores, eso se llama redistribución en reversa—de los pobres hacia los ricos y ocurre precisamente en los sistemas financieros que son altamente protegidos por el Estado.

Las garantías estatales no son gratis. Pensar que lo son sale muy costoso como lo estamos experimentando hoy. Un libro recientemente publicado por el Banco Mundial, Reconsiderando la regulación bancaria: Hasta que los ángeles gobiernen, analiza la regulación del sistema financiero en más de 150 países y concluye que la regulación estatal de los bancos en lugar de defender los intereses del público suele terminar sirviendo los intereses de los banqueros y de sus amigos dentro de la clase política (Bueno fuera que el mismo Banco Mundial escuchara las conclusiones de su libro antes de recomendar complicadas y aparatosas regulaciones bancarias estatales para los sistemas financieros de países en vías de desarrollo)3.

La supervisión de los bancos es una función de suma importancia que debe ser objetiva y libre de intereses especiales. Es una función que suele ser mejor desempeñada, según Robert E. Anderson—anterior funcionario del Banco Mundial—por entidades privadas que compiten por proveer la información más detallada y exacta.

Los ecuatorianos pueden salir adelante sin ayuda del BID, de la CAF, y si, también sin la ayuda de Venezuela si solo el gobierno facilita la creación de riqueza. Con el dólar ya metimos un gol puesto que le quitamos al Estado el poder de evaporar nuestros salarios y ahorros con las devaluaciones. Con respecto al mercado laboral, la facilidad para registrar e iniciar un negocio, y una verdadera liberalización financiera, seguimos en pañales.

Referencias:
1. http://www.ceidex.gov.ec
2. Comunicación vía telefónica con el Dr. Hanke.
3. (Título traducido para artículo, libro no disponible en español) Anderson, Robert. Book Review: “Rethinking Bank Regulation: Till Angels Govern”. Cato Journal. Vol. 26, No. 2 (Primavera/Verano 2006). Disponible aquí: http://www.cato.org/pubs/journal/cj26n2/cj26n2-16.pdf

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