Dependencia En Petróleo Extranjero
Hoy día estuve en un seminario en Cato sobre este tema. Aunque este seminario se concentraba en EE.UU. y si está o no está en el interés de esta nación realizar esfuerzos para convertirse en una nación auto-suficiente en cuanto a la oferta de petróleo.
Jerry Taylor, experto en políticas de energía del Cato Institute argumentaba de manera muy elocuente (en persona tiene una manera muy cómica y coloquial de presentar sus argumentos hasta el punto que al referirse a fuentes de energía alternativas dijo sin más ni menos vergüenza que “you can use ethanol, biomass, or even turkey poop…” en lugar de referirse de manera más educada a esta verídica fuente alternativa de energía) que la dependencia en petróleo extranjero—como la de EE.UU. que en estos momentos depende de fuentes extranjeras de petróleo para suplementar un 60% de su consumo total—no está relacionado con el precio del petróleo. Es decir, a mayor dependencia en petróleo extranjero no necesariamente habrán precios menos o más favorables. Esto se comprobó en los comienzos de los 1970s cuando Gran Bretaña, autosuficiente en ese entonces en respecto a sus necesidades petrolíferas, estaba pagando lo mismo por cada barril de petróleo que lo pagaba Japón, una nación tradicionalmente dependiente en petróleo extranjero y en mayor grado que EE.UU.
Luego procedió a argumentar que no hay evidencia que compruebe que la oferta o si quiera los precios de petróleo serían menos volátiles bajo la vigilancia costosa de las tropas estadounidense. Además, no hay evidencia que compruebe que la reducción en los ingresos petrolíferos causan una reducción en elementos terroristas en el medio oriente. De hecho, durante los 1990s los ingresos petroleros de las naciones del medio oriente estaban sufriendo de precios históricamente bajos y aún así durante esta misma década Al Qaeda y su líder estaban cogiendo viada para su coup de grace—septiembre 11.
Entonces, preguntaba Taylor, ¿Por qué gastamos tanto en proteger las regiones de donde proviene nuestro petróleo si esto no asegurará la estabilidad de precios ni asegurará la oferta? La lamentable realidad es que si algo han logrado estas misiones de protección del petróleo es fomentar anti-americanismo en la región lo cual provee a grupos terroristas como Al Qaeda más que suficientes ayudantes voluntarios.
En contra de Taylor, estaba Borden Gray, miembro de la Coalición para la energía del futuro. Su argumento estaba basado en que estos miedos que Taylor desacreditó si son verídicos y proponía “igualar las reglas del juego y proveer iguales condiciones de mercado para otros tipos de energía”. El problema cada que alguien en Washington o en cualquier gobierno dice que “quiere igualar las condiciones” es que esta asumiendo que el gobierno está mejor preparado que los individuos dentro del mercado para obtener resultados socialmente óptimos. Gray aseveró que por décadas el gobierno estadounidense, en miras de volverse auto-suficiente, ha subsidiado a la industria petrolera de este país mediante regulaciones y que esta ayuda ha prohibido u obstaculizado el desarrollo o entrada al mercado de alternativas fuentes de energía como el etanol, las eses de pavos, el gas natural, o la biomasa. Mi problema con Gray es que cando llegó el punto de proponer una solución el propone arreglar los errores de un subsidio—el de las industrias petroleras estadounidenses—con otro subsidio a los productores de etanol—sustancia que no ha sido comprobada ser más barata ni más beneficiosa para el ambiente que el petróleo. ¿Acaso no se da cuenta que subsidiar al etanol sería una injusticia para las otras fuentes de energía en desarrollo? Además, ¿Qué le hace pensar a las Coalición para el Futuro de la Energía que ellos saben mejor que los expertos del área cual es la mejor fuente energía para el fututo?
Estas son cosas que nadie las puede saber horita. Decir que uno sabe que etanol es el futuro es igual de valedero que las aseveraciones de una médium. Solo mediante el proceso de “trial and error” del mercado podrán averiguar los diferentes individuos cual es la mejor energía. Ellos tendrán la motivación del beneficio económico personal y no estarán preocupados por “igualar las condiciones” sino meramente con “obtener resultados”.
Lo que más aprendí de este debate fue que tal vez el petróleo no es tan importante como nos han hecho creer. Los monopolistas del petróleo—casi siempre estados enriquecidos y mantenidos en el poder gracias a sus arcas enriquecidas por el petróleo—se asegurarán de que no se descubra otra fuente de energía y es más, cuando uno tiene una gallina de oro, no hay porque dejarla ir. Y viendo a naciones prósperas como Japón, Indonesia, Korea del Sur, Chile, entre otras. ¿Será que el petróleo es una maldición pintada por sus monopolistas como una bendición nacional?
1 Comments:
Yo soy un firme creyente en la 'maldición del petróleo'. Crea booms económicos, culturales, poblacionales, anti-estéticos (ver Quito vs. Cuenca), etc. Y luego dos décadas de "crisis y ajustes".
Saludos,
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